Hace más de cincuenta años,
concretamente en el año 1940, llegaron a Mojácar tres hombres enfundados en
llamativos trajes grises. Decían que eran representantes de Walt Disney
Estudios, y buscaban el certificado de nacimiento de José Guirao Zamora, nacido
en Mojácar en 1901. Decían que José Guirao y Walt Disney eran la misma persona.
Pasaron varios días investigando los archivos municipales, pero los documentos de la esa época se habían perdido durante la Guerra Civil (el resto, imposible de archivar y ordenar se había vendido a una fábrica de papel).
En el Mojácar de 1940 no había aún ni luz ni teléfono, y nadie por supuesto sabía quién era el tal Walt Disney, pero sí se sabía muy bien quién era Isabel Zamora, la bella lavandera que con su hijo aún pequeño, había emigrado a Chicago, dónde tenía un hermano.
El largo viaje con el niño la dejó cansada y desorientada. Su hermano le aconsejó dejar el niño en manos de unos vecinos, Elías y Flora Disney, quienes, le aseguró eran buenas personas y ya tenían tres hijos. Parecía la mejor solución, y al final Isabel, enferma, accedió. El niño fue bautizado en Junio de 1902, con su nuevo nombre: Walter Elías Disney y se quedó a vivir con sus nuevos padres y hermanos.
Unos años después, cuando la hija de W.D publicó la biografía autorizada de su padre, el cronista de Mojácar, Carlos Almendros pidió un certificado de nacimiento en el registro de Chicago, con los datos que constaban en la biografía: Chicago 5 de diciembre, la respuesta fue tajante: Walt Disney no había nacido en esa fecha ni en ese lugar, tampoco en otra fecha de ese año ni cercanos.
Otros datos vienen a apoyar esta tesis: el propio Disney comentó a Salvador Dalí, en la visita que le hizo en los años 50, que había nacido en Almería; por esa misma época hubo nuevas visitas e intentos americanos con hacerse de los “papeles”, esta vez por parte de los frailes franciscanos de California, a través de la Iglesia. Necesitaban aquella documentación de un bebé que emigró a principios de siglo. En 1954 volvieron a busca
Pasaron varios días investigando los archivos municipales, pero los documentos de la esa época se habían perdido durante la Guerra Civil (el resto, imposible de archivar y ordenar se había vendido a una fábrica de papel).
En el Mojácar de 1940 no había aún ni luz ni teléfono, y nadie por supuesto sabía quién era el tal Walt Disney, pero sí se sabía muy bien quién era Isabel Zamora, la bella lavandera que con su hijo aún pequeño, había emigrado a Chicago, dónde tenía un hermano.
El largo viaje con el niño la dejó cansada y desorientada. Su hermano le aconsejó dejar el niño en manos de unos vecinos, Elías y Flora Disney, quienes, le aseguró eran buenas personas y ya tenían tres hijos. Parecía la mejor solución, y al final Isabel, enferma, accedió. El niño fue bautizado en Junio de 1902, con su nuevo nombre: Walter Elías Disney y se quedó a vivir con sus nuevos padres y hermanos.
Unos años después, cuando la hija de W.D publicó la biografía autorizada de su padre, el cronista de Mojácar, Carlos Almendros pidió un certificado de nacimiento en el registro de Chicago, con los datos que constaban en la biografía: Chicago 5 de diciembre, la respuesta fue tajante: Walt Disney no había nacido en esa fecha ni en ese lugar, tampoco en otra fecha de ese año ni cercanos.
Otros datos vienen a apoyar esta tesis: el propio Disney comentó a Salvador Dalí, en la visita que le hizo en los años 50, que había nacido en Almería; por esa misma época hubo nuevas visitas e intentos americanos con hacerse de los “papeles”, esta vez por parte de los frailes franciscanos de California, a través de la Iglesia. Necesitaban aquella documentación de un bebé que emigró a principios de siglo. En 1954 volvieron a busca
En Mojácar se asegura que su madre fue Isabel Zamora, una mujer que se ganaba la vida como lavandera en la casa del médico del pueblo. La joven se quedó embarazada sin que nadie en el pueblo tuviera noticia alguna de novios ni nada que se le pareciera. 'Eso, en 1901, debía estigmatizar para siempre a una mujer. Los comentarios se dispararon y todo el mundo daba por hecho que el médico, don Ginés Carrillo, era el padre de la criatura. Y la muchacha emigró hacia Chicago, donde tenía un hermano trabajando', asegura el concejal de Turismo de Mojácar, José Luis Cano, que, precisamente, promueve desde su cargo la creación de un museo o centro de imagen consagrado a Disney.
MARAVILLOSO
ResponderEliminarESTUPENDO
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